Q: «¿Cuál es su definición de diseño?»
A: «Un plan que dispone elementos de la mejor manera posible para alcanzar un fin específico.»
Q: «¿Cuáles son las fronteras del diseño?»
A: «¿Cuáles son los límites de los problemas?»
El diseño estratégico habitualmente se define como una disciplina emergente que usa principios, métodos y formas de pensar características del diseño para abordar problemas complejos, difusos e interrelacionados. En el contexto de los negocios, esos «problemas» suelen relacionarse con decisiones estratégicas para mejorar la competitividad y fomentar la innovación. Diseñar con una perspectiva estratégica supone transitar por las fronteras entre el diseño y otras áreas, así como hacer un zoom out: pasar de lo concreto y tangible a lo sistémico y global.
Si consideramos el producto como el objeto de diseño tradicional, podríamos considerar que el diseño estratégico aborda retos en capas de abstracción crecientes, primero abordando el espacio del problema que envuelve al producto; después, el servicio en el que se integra, el negocio que lo hace viable, cómo se interrelacionan los componentes dentro de un sistema; para terminar trabajando con decisiones orientadas a un futuro que no podemos predecir.