1.1. Espacio del problema y espacio de la solución
La primera capa de abstracción del producto es el problema que resuelve o la necesidad o deseo que satisface.
La formulación y estructuración de ese problema es parte del proceso de diseño. De alguna forma, la formulación del problema «está diseñada»; por lo tanto, influye en la solución final.
En los procesos de diseño más tradicionales, era habitual un punto de partida en forma de briefing con una serie de requisitos. Estos requisitos podrían ser un problema por resolver, una necesidad por satisfacer o directamente una propuesta de solución con un nivel de detalle variable (por ejemplo, «diseño de una aplicación móvil con las funcionalidades x, y, z»), acompañados de una serie de restricciones. El diseñador o la diseñadora podrían, así, comenzar a trabajar en el espacio de la solución.
En este caso, ya fueron tomadas una serie de decisiones cuando el proyecto llega a manos del diseñador o diseñadora. Se partió de un desafío u oportunidad y, después de un trabajo más o menos profundo, se llegó a formular un briefing con requisitos.
Este tipo de decisiones suelen considerarse «estratégicas», dado que son más próximas a un plan para alcanzar un objetivo que a la descripción de una solución. El primer paso para llevar el diseño a un plano más estratégico es aplicar sus principios y métodos para trabajar en la elección del desafío o problema que merece la pena resolver y su estructuración. De esta forma, el diseño actúa sobre el propósito y tratamos de responder preguntas como:
- ¿Por qué resolvemos algo?
- ¿Por qué resolvemos eso y no otra cosa?
- ¿Cuál será el camino que hay que seguir para llegar al resultado deseado?
«Technology Is The Answer But What Was The Question?»
Este tipo de actividades y decisiones se engloban en lo que se denomina espacio del problema, que es complementario al espacio de la solución. El espacio del problema incluye una etapa de descubrimiento, de análisis, donde se recoge todo el conocimiento necesario sobre el comportamiento del usuario, requisitos de negocio, limitaciones tecnológicas, contexto, etc., y una etapa de definición del problema, de síntesis, en la que se da sentido a toda la información generada en la etapa anterior, se hacen elecciones y renuncias, y se formula el problema de forma suficiente para generar soluciones.
Ejercicio
Si tienes experiencia profesional, reflexiona sobre cómo fueron algunos briefings o puntos de partida de los proyectos en los que has participado. ¿Tenían forma de problema, de solución o de oportunidad? ¿Se cuestionaron como punto de partida ideal preguntándose los porqués?
Para cada caso, resume el briefing en una frase y etiquétalo como desafío difuso, problema estructurado, desarrollo de una solución más o menos definida, oportunidad, etc. Indica si el briefing fue reformulado o cuestionado.
En caso de no tener experiencia profesional, reflexiona sobre cómo podrían ser diferentes puntos de partida de un proyecto de estos tipos: ideales, mejorables y desastrosos.
Enumera algunos ejemplos para cada tipo.